Franziska Baumgarten y su pionera investigación psicológica sobre niños prodigio

En esta entrada hablaremos de una psicóloga suiza de origen polaco un tanto olvidada, Franziska Baumgarten (1883-1970), a pesar de sus importantes contribuciones a la psicotecnia, la orientación profesional y la psicología infantil, incluyendo un pionero estudio psicológico sobre varios tipos de niños prodigio, realizado después de la Primera Guerra Mundial y durante los años 1920.

Hija de un intelectual dedicado al sector textil, Baumgarten recibió una muy buena educación desde la infancia y se nutrió de forma voraz de la amplia biblioteca de su padre. Estudió filosofía y literatura en la Universidad de Cracovia, donde descubrió la psicología, ámbito al cual dedicaría su carrera académica. Tras doctorarse en Zurich en 1910, se mudó a Berlín para formarse bajo la tutela del psicólogo Hugo Münsterberg, pionero de la psicotecnia. Influida por las obras marxistas, Baumgarten desarrolló un interés particular por la psicología aplicada al ámbito de la industria y el trabajo. En 1919 empezó a dar clases de psicología aplicada en la Universidad de Berna, ciudad donde se casó en 1924.

Durante su estancia en Berlín, uno de los centros de la psicología experimental en ese momento, Baumgarten empezó a interesarse por los tests que medían capacidades psicológicas, desde a la memoria a la inteligencia. Prestó atención a cuestiones como la orientación profesional y la identificación de niños precoces y superdotados en la escuela. Además, mostró un gran interés por el creciente fenómeno de los niños prodigio en dominios variados, desde a la música, al ajedrez y el arte. 

Muchos de los prodigios de la época pasaron por Berlín y otras grandes ciudades europeas para exhibir sus habilidades. Algunos de ellos, como el conocido como “Mozart español”, Pepito Arriola (1896-1954), fueron examinados en los laboratorios por colegas psicólogos de Baumgarten, como Carl Stumpf. Estos trabajos fueron los primeros en intentar comprender el niño prodigio mediante los nuevos conocimientos y métodos psicológicos.

Durante años, Baumgarten llevó a cabo una ambiciosa investigación sobre distintos niños prodigio a los que tuvo ocasión de examinar. Al enterarse mediante la prensa que un prodigio musical, o de cualquier otro tipo, pasaba por Berlín o Berna, intentaba ir a sus espectáculos o demostraciones, contactaba con la familia y los mánager y les pedía permiso para examinar al niño mediante las pruebas psicológicas que había aprendido a usar en la psicotecnia. 

De este modo, logró examinar a nueve niños y niñas prodigio de los siguientes dominios: música, ajedrez, dibujo, danza y geografía. Según Baumgarten, era más probable que los padres accedieran a que examinara a sus hijos si estos estaban iniciando sus carreras, pues creían que la ciencia confirmaría el “genio” de sus pequeños y serviría como campaña de publicidad en la prensa. En cambio, si la fama del prodigio ya se había consolidado, la familia se mostraba más reticente a someter a sus hijos a cualquier examen que pudiera poner en entredicho su reputación.

La investigación de Baumgarten con niños prodigio fue publicada en un libro titulado Wunderkinder, psychologische Untersuchungen [Los niños prodigio, investigaciones psicológicas] (1930). En él se demuestran tanto las innovaciones como las carencias de sus trabajos. En primer lugar, cabe destacar la gran variedad de pruebas y tests psicológicos utilizados, no solo destinados a medir capacidades intelectuales, sino también habilidades como el dibujo. Como carencias, la propia Baumgarten apuntó al hecho de que le resultó muy difícil llevar a cabo una investigación en condiciones. La mayoría de veces apenas pudo pasar unas horas con los niños, y casi siempre en espacios como habitaciones de hotel o los domicilios donde las familias se hospedaban durante su estancia, que no solía durar más que unos días o, a lo sumo, unas pocas semanas.

En este sentido, las conclusiones que Baumgarten logró extraer de muchos de sus exámenes fueron provisionales. Aun así, cabe destacar que algunos de sus hallazgos demostraron, con el tiempo, ser relevantes. Por ejemplo, Baumgarten comprobó que la mayoría de prodigios eran excepcionales a nivel memorístico, y que eso podía explicar su precocidad en ámbitos variados como la música y el ajedrez. También halló que algunos de estos niños no destacaban en los tests de inteligencia por el simple hecho de no estar escolarizados, por lo que fallaban en pruebas simples debido no a la falta de habilidades, sino de conocimientos. Denunció la situación de casos como el del prodigio del ajedrez Samuel Reshevsky (1911-1992), que hemos analizado en varias entradas. Según Baumgarten, sus padres estaban más interesados en los dólares que podían obtener de la explotación del talento del niño en Estados Unidos que no en procurarle una buena educación.

Si bien los padres no siempre siguieron sus recomendaciones, Baumgarten intentó guiar a las familias y a sus hijos en base a sus conclusiones. Además, siguió la carrera de los niños y niñas estudiados a través de la prensa. Muchos de ellos no continuaron con sus espectáculos y demostraciones en la edad adulta, por lo que la psicóloga les perdió la pista. En los casos en los que logró tener noticias de ellos, como el del propio Reshevsky o el del director de orquesta infantil Rio Gebhardt, no desaprovechó la ocasión de volver a escribir sobre ellos en la prensa especializada, para recordar sus primeros trabajos con estos niños y observar cómo habían evolucionado. Baumgarten utilizó estos escritos para reafirmarse en las observaciones que había llevado a cabo en su momento.

A pesar de que la investigación de Franziska Baumgarten con niños prodigio fue excepcional para su época, también fue menospreciada y se la tildó de entretenida pero inconclusa. Sin duda, no ha pasado a la historia como uno de sus grandes trabajos, quizá porque todavía no ha sido estudiada en profundidad. Recuperar no solo su obra sobre los niños prodigio, sino su figura en general, parece un paso necesario para restituir la memoria de quien ha sido demasiadas veces olvidada, a pesar de la originalidad de sus investigaciones y la importancia de su persona.

Saber más:

• Baumgarten, Franziska (1930). Wunderkinder, psychologische Untersuchungen. Leipzig: Barth.
• Baumgarten, Franziska (1975). II. Autobiographical notes. Prof. Dr. Franziska Baumgarten, Perceptual and Motor Skills, 41, 487-490.
• Goldstein, Mira (2018). Profile of Franziska Baumgraten, en A. Rutherford (Ed.), Psychology’s Feminist Voices Digital Archive.
• Rudmin, Floyd (2006). Franziska Baumgarten (1883-1970). Early female, Jewish, peace psychologist. PEACE Psychology, 15(2), 17-18.

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